Out of gas

Así me encuentro ahora mismo. Y es que cómo me voy a encontrar después de dormir menos de cuatro horas, pues con ganas de volver a la cama… pero como se suele decir sarna con gusto no pica, y parece que mereció la pena pasar la noche en vela pateando durante más de diez horas una localización. El lugar escogido, las minas de Alquife; el amigo Ramón se encargó de gestionar los permisos necesarios por tratarse de un sitio privado, y así de paso evitábamos sustos desagradables. El sitio es espectacular, inmenso, lleno de historia sin duda. Pasear los las calles abandonadas del pueblo minero pone un poco los pelos de punta, con su iglesia, su bar, sus pequeñas casas, uno intenta imaginarse como serían las vidas de la gente que pasaba sus días entre el pueblo y el trabajo en la zona industrial. Esta zona está llena de máquinas, vías de tren, depósitos, surtidores…ahora totalmente fuera de servicio. Dicen que van a volver a explotar la mina, así que me imagino que todas estas cosas serán sustituidas y no quedará rastro de todo este patrimonio industrial. Una pena. Aquí os dejo una foto mientras voy seleccionando más. Patrocinada por mi vecino Juan Carlos que me cedió amablemente su angular para ver que tal iba.  Vendo Canon 17-40… 😉Gasolinera Mina Alquife

Este sitio es una mina

Como os dije el otro día, para ver la lluvia de estrellas del pasado 24 de mayo elegimos un lugar que pudiera estar a la altura del acontecimiento, que se preveía espectacular. El sitio es uno de los candidatos para albergar el próximo taller de fotografía nocturna que tengo pensado impartir, y esta vez puede que no lo haga solo (por ahora no puedo dar más detalles, pero el invitado sería de lujo…).         Así que, llamé al amigo Juan Carlos y le propuse acercarnos a ver si la localización era como pensábamos. Nunca habíamos estado allí y apenas hay fotos nocturnas del sitio, no sabíamos si estaría vallado o no, pero teníamos la sensación de que era el lugar apropiado para la noche apropiada… así que cogimos el coche y después de casi una hora de viaje descubrimos toda una mina en todos los sentidos… . Pasamos allí casi toda la noche y nos quedaron cosillas para volver unas cuantas veces. Tuvimos nuestro momento anecdótico con un vecino de la zona al que dimos un buen susto y que nos dijo que casi nos llevamos un «cartuchazo de sal» («Remolino» le dicen al buen hombre)…  Después de sacarlo de la cama a más de las cuatro de la mañana tuvo el detalle de darnos su teléfono para que podamos llamarlo en próximas visitas, así lo haremos, por supuesto.                                                                                                                En el anterior post os puse una de las últimas fotos de la noche, hoy os pongo la primera. Se trata de una construcción singular que es el respiradero de la mina. Para la iluminación interior Juan Carlos tuvo que hacer un poco de contorsionismo para poder meter el flash lo suficiente para iluminar la parte superior por los distintos huecos y con la otra mano procurar no caerse, mientras yo lo disparaba con el control remoto. Por fuera linterna lateral filtrada con gel CTO._MG_9690_2THNo os he dicho donde está todavía?  en los próximos días más información, pero seguro que muchos ya lo sabéis… 😉