Anoche tenía este título del gran Ernesto Sábato en la cabeza. Íbamos dirección a Sierra Nevada y yo tenía ganas de hacer el antiguo observatorio del Mojón del Trigo recortado contra un cielo inundado de estrellas. Así de fácil, sin iluminación artificial, sólo la silueta del observatorio y el cielo estrellado. Llevo tiempo pensando en esta foto, siempre que subo a la sierra me la imagino. Uno y el Universo. Ayer parecía el día ideal, quedada con amigos, nevera llena de refrescos, agua, bocatas, y escapar del calor sofocante de la costa para pasar de 35º a menos de 10º en apenas 100km. Llegamos a la Hoya de la Mora con tiempo suficiente para ver cual era el sitio ideal, así que decidimos bajar primero al refugio de San Francisco antes de que anocheciera y dejar el observatorio para cuando la Vía Láctea hiciera aparición. Así lo hicimos, el refugio muy bonito y las estrellas y las nubes acompañaban:
Antes de las once ya teníamos la Vía Láctea visible, así que cambiamos de encuadre para capturarla:
El cielo empezó a ponerse feo, así que pusimos rumbo al observatorio que todavía teníamos más de 2 km porteando mochilas y trípodes cuesta arriba (alguno sudó la gota gorda 😉 ). Cuando llegamos el cielo era un desastre. Nos comimos los bocatas esperando a que mejorara pero tenía mala pinta. Estrellas pocas, las nubes feísimas emborronándolo todo y de Perseidas o Vía Láctea ni hablamos. Pero ya que estábamos allí había que llevarse alguna foto, así que cambio de planes y elección de un balance de blancos para tener un cielo naranja, que tampoco están mal, a lo Mordor.
Bueno ya tengo la silueta, otro día volvemos a buscar las estrellas…
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-20.5
Algarrobo under the Milky Way
Con la excusa del día fuerte de la lluvia de estrellas, mi vecino Juan Carlos y yo hicimos una salida «rápida» a ver cuántas lágrimas de San Lorenzo cazábamos. La noche empezó regular, mucha humedad en el ambiente que hacía que las fotos salieran bastante regular desde lejos, así que tocó acercarse hasta el pie de este magnífico algarrobo y jugar un poco con las linternas y la temperatura de color. De nuevo la suerte jugó a nuestro favor y pudimos meter la Vía Láctea en el encuadre, aunque la iluminación necesaria requería más tiempo del «recomendable» para congelarla en la toma. El amigo Juan Carlos se está especializando en iluminación y se curró este contraluz que me gusta bastante:
Antes de esta toma probamos con un balance de blancos algo distinto, iluminando con linterna fría de forma lateral para rellenar la parte izquierda del encuadre:Y aquí está el vecino «haciendo» una foto, muy quietecito durante unos segundos:
Para terminar la noche un simpático mochuelo nos dejó verlo muy de cerca, pero cuando íbamos a sacar la cámara dijo que hasta ahí podíamos llegar y se fue por donde había venido… otro día será.
Lágrimas de San Lorenzo
Llevo muchos años saliendo a hacer fotografía nocturna casi siempre solo (algo nada recomendable), o con alguien a quien tenía que convencer para que me hiciera compañía, pero de un tiempo a esta parte esto va cambiando, por fin hemos creado un grupo de gente en el municipio con ganas de salir a hacer nocturnas. Anoche quedamos Paco, Manolo, Edu, Juan Carlos, Marcelo y yo para ver la famosa lluvia de estrellas y el sitio elegido fue el Haza del Lino. La noche acompañaba, alguna nubecilla, fresquito, poca luna y muchísimas estrellas, con la Vía Láctea en el sitio justo. Hicimos un poco de todo, fotos con ISO alto, iluminación con colores «alegres», circumpolares, y como no, tuvimos algún que otro percance, aunque esta vez no vino la Guardia Civil…La iluminación a cargo de Juan Carlos y un servidor, mientras los demás daban buena cuenta de los bocatas… ;-). Por cierto, Perseidas vimos unas cuantas, aunque en estas fotos sólo aparezcan un par de ellas.
¿Dónde vamos esta noche?