Supongo que en su momento, con la llegada de la fotografía digital, los laboratorios fotográficos tuvieron que reinventarse, diversificando su oferta a otros tipos de formato, para sustituir las diapositivas y las típicas copias 10×15 que nos hacían de serie cuando llevábamos un carrete a revelar. Cada día se hacen millones de fotografías en todo el mundo, muchas de las cuales se comparten por internet o simplemente se almacenan en discos duros de cada vez más capacidad, cayendo rápidamente en el olvido. De vez en cuando me gusta rescatar de este destierro digital algunas de mis fotos, así que el domingo pasado elegí algunas y este fin de semana he recibido las copias; las envié a Saal-digital a ver que tal trabajan y la verdad es que muy contento. No son copias de gran formato, pero la idea es esa, ir llenando mi esquina del salón poco a poco con diferentes tamaños de imágenes de distintos sitios que he visitado. A ver que os parece.

Nota: la foto de Paris no es mía, pero es que la única que tenía cuadrada.