Hace ya casi un mes que volvimos de Alemania y como se me están acumulando muchas fotos os sigo contando más cosas del viaje. Como os comenté el primer día estuvimos bañándonos en uno de los muchos lagos que rodean Senftenberg:Jacob nos contó que eran lagos artificiales resultado de inundar minas de carbón a cielo abierto una vez agotadas. Hasta que al día siguiente nos llevó a ver una de estas minas en directo no fuimos conscientes de la deforestación tan bestial que esto supone. Nos quedamos impresionados: todo lo que abarcaba la vista era un inmenso mar de carbón, resultado de remover la tierra arrasando con todo lo que previamente había:
La foto sólo recoge una pequeña porción de lo que en realidad es. Desolador.
Pero no todo fue feo ese día, por la mañana estuvimos en Dresde, disfrutando de una buena cerveza y un rico codillo y paseando por una ciudad llena de historia:
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