Como os comenté hace unos días, en junio estuve en Italia de viaje de estudios con los alumnos del IES Alquivira de Huéscar. La experiencia del año anterior había sido bastante buena, los alumnos se portaron fenomenal y me dejaron hacer alguna que otra foto, así que este año volví a aceptar el difícil reto de acompañar a un grupo de estudiantes con ganas de diversión durante una semana y no morir en el intento. El objetivo principal por supuesto era disfrutar de Italia y volver sanos y salvos, y de paso hacer alguna foto de las que se quedaron en el tintero el año pasado. El itinerario era prácticamente el mismo, así que ya sabía más o menos lo que me iba a encontrar y qué días podría hacer más fotos. En Roma las horas no eran las mejores y el ritmo de visitas tampoco, en Padua en poco más de una hora era complicado hacer algo distinto, y como en Pisa la torre sigue inclinada, decidí centrarme en Florencia y Venecia.
En la ciudad del Ponte Vecchio el día pintaba bien, con unas nubes que daban juego. Quería tener una panorámica en la que apareciera el Duomo con su campanario, el Palazzo Vecchio y el famoso puente, así que por la tarde puse rumbo al mirador de Miguel Ángel a comprobar que era el lugar adecuado. Una vez que comprobé que el sitio era bueno decidí que habría que volver justo después de cenar. Me tocó convencer al grupo de que las vistas eran preciosas (no mentía en absoluto) y allí me los llevé a todos. El cielo ya no estaba tan bonito como por la tarde pero ya que estábamos había que hacer la foto. La grúa seguía en el mismo sitio que por la tarde, imposible de evitar, a alguien se le ocurrió hacer una hoguera y el humo no se disipó hasta tarde… una pena
En esta toma se ve un poco menos:
En Venecia amaneció exactamente igual que el año pasado, con un cielo encapotado que por suerte me iba a permitir jugar de nuevo con las largas exposiciones en pleno día. Como la luz era bastante parecida, me propuse seguir con la serie que empecé el viaje anterior intentando buscar encuadres nuevos y no repetirme demasiado:
Igual que me pasó en mi anterior visita a la ciudad, muchos turistas se paraban a mirar curiosos y me preguntaban para que servían esos cristalitos que ponía delante del objetivo. Mientras hacía la foto siguiente, me hizo gracia que algunos después de preguntar se ponían a hacerle fotos a la gaviota, ¿no encontraban nada mejor que fotografiar en la ciudad de los mil canales?
Tengo muchas más, pero creo que ya os hacéis una idea de lo bonitas que son Florencia, Venecia y el resto de Italia ¿no?
Ah, volvimos sanos y salvos que era lo importante, ¡por supuesto! 😉