Como ha hecho un día en los que es mejor no salir a la calle con el viento y el calor he aprovechado para echarle un vistazo a las fotos de la última sesión de nocturna que hice a finales de junio. Os conté hace unos meses que estuve impartiendo un par de cursos de fotografía en Huéscar y en el de nocturna, dos de los alumnos no pudieron asistir a la salida, así que les prometí que antes de irme teníamos que quedar. Por casualidad localicé esta casa forestal abandonada y allí nos fuimos, los dos y otros cuantos que se apuntaron a repetir (y por mi encantado, por supuesto!). Aquí os dejo un par de las fotos que hicimos jugando con los colores, las siluetas y los distintos balances como ejercicio de aprendizaje.
The milkman and the forest house
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