Supongo que es ley de vida, que son cosas que pasan, que tenemos que afrontarlo y seguir adelante, pero hay cosas que son muy difíciles de asimilar, y esta es una de ellas. El paisaje es asolador, el fuego lo ha devastado todo. Una de las joyas naturales de nuestra comarca prácticamente ha desaparecido. Antes de ayer, Mauri y yo decidimos ir a ver como había quedado el alcornocal de Lújar después del incendio y nos encontramos un panorama descorazonador. Nos convertimos por un momento en los protagonistas de la novela «La carretera» y el paisaje que habíamos imaginado los dos cuando nos leímos el libro se hizo realidad, pero ahora no era ciencia ficción. Se me encogió el estómago y me acordé de mis amigos de Granada Natural, en especial de Lucas y Pepe, que con tanta pasión recorrían estos parajes disfrutando de una diversidad natural que al resto se nos escapa. Dicen que la vida cambia en un instante, no hay verdad más cierta.
Se que para vosotros como para todos ha sido una gran pena.Gracias. Ahora hay que esperar si resurge de sus cenizas como el ave fenix, aunque había tanta maleza y el fuego emitió tanta temperatura , que lo dudo..
un crimine!