Ayer cambiamos Roma por Venecia. No os voy a contar lo bonita que es la ciudad por que seguro que ya lo sabéis, canales infinitos entre un laberinto de callejuelas por el que perderse y volver a encontrarse siguendo las señales de «per Rialto» y «per S. Marco». Antes de bajar del vaporetto ya tenía claro la foto que me quería llevar a casa, aunque no sabía si sería fácil hacerlo entre tanto turista y el ir y venir de los gondoleros. El cielo prometía a primera hora de la mañana pero el vaporetto se retrasó más de media hora y las nubes empezaron a disiparse. Tras un primer intento matutino que no me dejó del todo convencido, después de comer puse rumbo de nuevo al Palazzo Ducale a ver si el parte meteorológico no se equivocaba de nuevo… Tuve suerte, acertaron. Os dejo una de la serie, directamente de la cámara al iPad, en cuanto llegue a España reviso el resto.Datos de la toma: algo más de dos minutos de exposición, trípode, disparador y unos cuantos japoneses a mi espalda con sus cámaras al cuello de 3000€ muy sonrientes preguntándome qué era eso tan raro que tenía puesto delante del objetivo: filtro de densidad neutra de 10 pasos y degradado inverso de 3 😉
L’isola vi aspetta
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