Hay una delgada línea que separa una fotografía correcta de otra que no lo es (que la foto sea buena o espectacular es el siguiente capítulo). Si queremos ir mejorando nuestro trabajo tenemos que fijarnos en los pequeños detalles, un paso a la derecha o a la izquierda puede arruinar o mejorar sustancialmente una toma. En fotografía nocturna especialmente muchas veces nos dejamos llevar por las luces, los cielos estrellados, la Vía Láctea, la Luna o las nubes y olvidamos que la composición es fundamental para conseguir una buena fotografía. Esta fue la última de las fotos que hicimos el otro día después de pasar por el palomar, la garita y el muro. La composición era bastante evidente, las formaciones de hormigón de la pista americana formando una diagonal que nos llevaría hasta el árbol. Lo que costó más trabajo fue conseguir aislar el tronco de este y que no se solapara con ninguno de los muros; un pequeño detalle, pero sin duda fundamental. Tuvimos que darnos codazos para pillar el sitio bueno, menos mal que éramos pocos…en la próxima visita habrá que salir corriendo para plantar el trípode!
Mourinho y yo tenemos una foto parecida del mismo lugar, jajaja. Por cierto, el árbol está en su sitio. Enhorabuena.
Quién es Mourinho???? el árbol está en su sitio, claro, trabajo me costó mantener la posición pese a tus codazos jajajajaj
Yo, por razones objetivas, fui mero espectador en la reñida disputa por la mejor ubicación. A partir de ahora, también por razones objetivas, me sumaré a los codazos y demás arimañas de la lucha libre por conseguir el mejor encuadre.
Ya te digo, el próximo día a la carrera a ver quien pilla el sitio bueno 😉