Las nevadas nos regalan estampas que merece la pena llevarse a casa aunque para ello haya que pasar un poco de frío. Tenía localizado este cortijo cerca de Huéscar desde hacía tiempo, pero aquel día con nieve, aunque no mucha, decidí que era el momento de retratarlo. La mezcla de las distintas luces, las nubes en movimiento y las estrellas hacen que la imagen sea especial. La iluminación es una mezcla de flashes disparados de forma lateral y un fogonazo de las luces de mi coche.Datos de la toma:Canon EOS 5D, 17-40L, f/4, ISO 50, 438 s, flash, luces de coche, trípode, disparador.