Me suele pasar que cuando voy a un sitio durante el día, me imagino como quedaría una foto de noche. Aunque haga la foto con luz y me guste el resultado, siempre me quedo con el gusanillo de volver cuando el sol se va. No siempre se puede, pero otras veces es imprescindible hacer la foto nocturna para ver realmente el ambiente que se vive en ese sitio. En este viaje a Bélgica no llevaba el equipo adecuado para fotografía nocturna, pero cuando llegue a la Grand Place de Bruselas y vi las luces navideñas no me quedó otra que sacar el minitrípode y hacer malabares para encuadrar. El árbol de Navidad de este año por lo visto ha tenido polémica (es la estructura que hay a la derecha…). Para conseguir ese cielo naranja y dado que los colores de la iluminación iban cambiando constantemente, elegí una temperatura de color de unos 9000K para reforzar la dominante de la contaminación lumínica. Una estampa muy colorida…